La Garnacha Teatro

En "La Mandrágora" el tratamiento del adulterio adquiere perfiles de naturalidad y exaltación y se presenta como el intento mejor conseguido de plasmar una nueva moral, laica, que se fundamenta en las exigencias de vivir cada uno libre de prejuicios.

La obra tiene toda la malicia y la jovialidad del Decamerón y el mismo sentido burlón y desvergonzado con una gran crítica social; no hay institución (familia, iglesia) que no salga vapuleada; los personajes actúan movidos por el interés más descarado. El egoísmo es su norma y la satisfacción de sus deseos su única meta.

Es curioso como el pensamiento de Maquiavelo aparece en boca de los mayores trapaceros de la comedia: Ligurio y Fray Timoteo.

"La Mandrágora" se ha calificado como una de las mejores comedias italianas a la vez que de las más indecorosas. Representativa del Renacimiento, es una obra clave de un momento importante de nuestra cultura.

Macaulay ha escrito "es superior a lo mejor de Goldoni y sólo inferior a lo mejor de Molière".